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Zacarías profetizó, que su Rey vendría a ellos montado sobre un pollino.
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Los profetas describen al futuro Salvador (Página 2)
Zacarías profetizó,
“O hija de Jerusalén: Mira, tu Rey te viene: Él es virtuoso y tiene la salvación; humilde, y viene en un asno nunca antes montado.”
El Rey David describió cómo El Salvador sabría de antemano que uno de Sus amigos íntimos con quienes Él comió el pan, lo traicionaría.
Y Zacarías aún escribió que el precio de la traición sería treinta piezas de plata.
Jesús fue azotado, torturado y luego crucificado por nuestros pecados.
A través del profeta Isaias, Dios predijo que El Salvador sería torturado, con latigazos, y que Su cara sería escupida.
David describió el método de ejecución por "clavando las manos y los pies del Salvador, pero sin romper ninguno de Sus huesos," que El Salvador diría, "Mi Dios, mi Dios, por qué me has desamparado"?, y que los espectadores se reirían y se burlarían de El Salvador, diciendo, "Él creyó que el Señor lo salvaría."
David también escribió que "los huesos del Salvador estarían fuera de juntura y en Su sed le darían vinagre para beber," y que los perseguidores del Salvador "dividirián Su ropa entre ellos, y sortearián por Su túnica."
Isaias dijo que los espectadores serían “sorprendidos” al ver la cara del Salvador desfigurada por la tortura.
Las profecías en el libro de Dios incluso describen cómo un día, los descendientes de David, los habitantes de Jerusalén, verían "al Salvador a quien ellos habían clavado."
Y todo esto fue registrado en las Escrituras muchos centenares de años antes de la venida del Salvador.
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