Moisés tuvo miedo de ver a Dios ese día. Pero en los años que siguieron, así como fue amando y entendiendo más a Dios, parecía que Moisés deseaba muchas veces lo que tuvo por un pequeño instante ese día. Dios había estado ahí mismo, frente a él, y el había perdido la oportunidad de su vida! "Oh, si sólo tuviera una segunda oportunidad, me gustaría ver a Dios", debe haber pensado. Moisés vio muchos sorprendentes milagros en los años que siguieron. Todo esto solo hizo que el quisiera más ver a Dios.