Vea esta página en: inglés (English) Desde el punto de vista de la creación, la atmósfera estaba totalmente funcionando el tercer día, cuando las plantas aparecieron; en el quinto día, los pájaros volaron y los peces nadaron en los mares (Génesis 1:11, 20). Entonces no hay ninguna evidencia bíblica de una atmósfera que haya evolucionado lentamente. Desde la vista naturalista, sin embargo, la atmósfera de la tierra hubiera requerido cambios drásticos con el tiempo. Se assume que el aire en épocas tempranas de la tierra provino de gases volcánicos y del bombardeo de meteoritos. Algunos científicos creen que la tierra primitiva tuvo gases algo similar al Venus actual y Marte: dióxido de carbono (CO2), nitrógeno (N2), vapor de agua (H2O), hidrógeno (H2), monóxido de carbono (CO), metano (CH4), y amoníaco (NH3). Los científicos no tienen ningún acuerdo general de cuál de estos gases podría haber dominado una atmósfera temprana, y, de hecho, sea centro de un considerable debate sobre la temprana existencia del metano y amoníaco. Esta supuesta atmósfera temprana es llamada reductora; habría proporcionado electrones a las substancias y las redujo químicamente a otras formas. Este proceso reductor separa a menudo las moléculas en componentes más pequeños. Así, la atmósfera temprana habría reducido cualquier forma de vida que hubiera estado presente. Otras especulaciones en la formación de la atmósfera de hoy también son favorablemente cuestionables, como éstas:
Claramente, ésta especulación está conectada estrechamente con la supuesta evolución de la vida. Sin embargo, evidencia geoquímica para la supuesta temprana teoría de la atmósfera tiene complicaciones innecesarias agregadas a nuestra comprensión de la atmósfera de la tierra. Algunos creacionistas de la "tierra vieja" han intentado encontrar dirección divina en la evolución de la atmósfera de la tierra. Ellos dan énfasis a que las algas azul-verdosas simplemente vinieron en un tiempo oportuno, produciendo oxígeno en preparación para las formas más altas de vida. Ellos también sugieren que las concentraciones pesadas de dióxido de carbono en la edad temprana disminuyeron justamente a tiempo para evitar un invernadero fuera de proporción que calentara la tierra. Así, Dios dirigió un cambio lento de la atmósfera para nuestro eventual beneficio. Este razonamiento es ciertamente interesante, pero los siguientes puntos de cautela se aconsejan:
La idea de una alteración lenta y providencial del aire de la tierra en preparación para la vida puede ser interesante para algunos, al principio. Sin embargo, acomodaciones para una larga-vida, y puntos de vistas evolutivos, eventualmente llevan en el futuro a problemas más profundos de origen teológico y científico. Una verdadera alternativa es que la atmósfera de la tierra se creó con madurez, completa con el oxígeno que nuestros primeros padres, Adán y Eva, necesitaron. [ Si esta información le ha sido de ayuda, le rogamos que, en oración, considere la posibilidad de efectuar un donativo para ayudar a sufragar los gastos derivados del mantenimiento de este servicio que tiene como propósito edificar su fe y la de su familia. Los donativos son deducibles de la declaración de impuestos. ] Traducción: Juan Carlos Telchi Autor: Dr. Donald DeYoung, Ph.D. (Física) como sacado de Weather and the Bible, pgs. 128-130, publicado por Baker Book House Proporcionado por Films for Christ (usado con permiso) Copyright © 1997, Films for Christ, All Rights Reserved—except as noted on attached “Usage and Copyright” page that grants ChristianAnswers.Net users generous rights for putting this page to work in their homes, personal witnessing, churches and schools. ChristianAnswers.Net/spanish |