En los siguientes días, Dios le dijo a Moisés muchas cosas importantes. Moisés las escribió. Están en la Biblia. Pero durante esos días en la montaña, Moisés nunca tuvo todavía, la oportunidad de ver realmente a Dios.
Pudo ver donde estaba Dios, pero Dios siempre estaba escondido por nubes o fuego. Si sólo pudiera tener un atisbo de El, pensaba Moisés.