Al final, Moisés finalmente tuvo el valor de pedírselo. Dios se agradó de Moisés, y accedió. Pero Dios le advirtió, “No puedes ver mi rostro” Ningún humano pecador puede ver el rostro de Dios y vivir. Pero antes de que Dios dejara a Moisés verle, hizo algo para proteger a Moisés.
Dios no quería que Moisés viera mucho de el accidentalmente y muriera. Dios dijo a Moisés,
“Hay un lugar cerca de mi donde debes pararte en grandes rocas. Cuando mi gloria pase por ahí, te pondré en una grieta en las rocas y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Luego quitaré mi mano y te dejaré ver mi espalda; pero mi rostro no debe ser visto.” y eso fue exactamente lo que sucedió.