Moisés fue un hombre muy afortunado. Cumplió su deseo. Hizo algo muy muy especial; vio a Dios! Cuando yo vaya al cielo y Dios me limpie de toda la inmundicia de mi pecado, espero también ver a Dios. Espero ansioso ese día. Será el más grandioso día de mi vida. Espero poder ver su rostro.
Si has aceptado a Jesucristo como tu salvador, tu también irás al cielo cuando mueras. Allí aprenderemos mucho más de cuan poderoso y sorprendente es Dios realmente! Asegúrate de estar allí, y asegúrate de que tus amigos sepan también como llegar ahí.
Traducción por Danilo Araya
Autor: Paul S. Taylor of Christian Answers. Copyright © 1995-2001, Paul S. Taylor, all rights reserved